jueves, 11 de junio de 2020

VIAJE A MALTA DEL 8 AL 11 DE FEBRERO DE 2020



MALTA DEL 8 AL 11 DE FEBRERO DE 2020

SÁBADO 8 SEVILLA MALTA

Este viaje lo hicimos con nuestros amigos Pepe y Ana de Ubrique, y fue una oportunidad para compartir una experiencia en esta hermosa isla. Volamos desde Sevilla y llegamos al aeropuerto internacional de Malta por la tarde debido a un retraso por la niebla, y ya a la llegada se nos planteó una de las grandes dudas, conducir por la izquierda. Cogimos el coche y la experiencia fue aceptable ya que no tuvimos ningún percance y en poco tiempo nos hicimos con la conducción. Debido a la hora nos desplazamos hasta nuestro hotel Seashells, un poco retirado de la capital pero a pocos minutos en coche.
Después de hacer el check in en el hotel nos dirigimos hasta Mdina. Se trata de una pequeña ciudad amurallada situada sobre una colina, por cuyo enclave pasaron los fenicios, los romanos y los musulmanes, En la Edad Media fue lugar de residencia de la aristocracia maltesa que la denominó la Ciudad Noble. Tras la llegada de los Caballeros de San Juan y el traslado de la capitalidad a nueva ciudad de La Valeta, Mdina perdió importancia. 
 


Ahora también conocida como la Ciudad del Silencio, en Mdina encuentras un lugar con enorme encanto, con mezcla de arquitectura medieval y barroca, y con numerosos palacios e iglesias dispersos por sus callejones.
Nuestra visita fue corta pero intensa, recorrimos toda la ciudad anocheciendo, y pudimos entrar en la Catedral de San Pablo. 

Edificio levantado en el siglo XVII, en el interior de la catedral de San Pablo sobre todo te llamará la atención su suelo cubierto con placas de mármol que cubren las sepulturas de obispos y clérigos de la iglesia.



Después de recorrer toda la ciudad nos acercamos a sus murallas para ver una panorámica desde esta altura privilegiada.




DOMINGO 9 MARSAXLOKK – PISCINAS DE SAN PEDRO – ROTONDA DE MOSTA – LA VALETTA


En la parte sureste de Malta, a orillas del mar, se encuentra el pueblo de pescadoras más tradicional y auténtico de la isla: Marsaxlokk. Esta pequeña villa de pescadores fue uno de los primeros asentamientos de Malta y su puerto uno de los principales núcleos comerciales de la isla. Nos dirigimos a primera hora en domingo porque hay un mercadillo que recorre toda la zona de los barcos.


Sin duda la imagen más característica de este lugar son las barcas de Marsaxlokk, pequeñas embarcaciones de colores que decoran el puerto y aportan a este pueblo un encanto único. Paseando por el muelle es bastante común ver cómo los pescadores locales arreglan sus redes, reparan sus barcas o limpian pescado. ¡Pura esencia maltesa!


Además de su pintoresco puerto, hay muchas más cosas que ver en Marsaxlokk. La iglesia de Nuestra Señora de Pompeya, que preside la plaza principal, es otro de los iconos de este pueblo de pescadores. Destacan su cúpula rojiza y su fachada del siglo XIX


Uno de los principales atractivos de Marsaxlokk son sus famosas barcas de colores. Se trata de pequeñas embarcaciones llamadas luzzu atracadas en el muelle y pintadas con colores muy vivos que contrastan con el azul del mar.
Estas barcas pintadas de rojo, amarillo y azul tienen un elemento común: el ojo de Osiris. Los pescadores locales creen que este elemento de Egipto, también llamado Horus, los protege de los imprevistos del mar y ahuyenta la mala suerte. El ojo de Osiris se ha convertido en todo un símbolo de Malta.
Después de pasear buscamos un restaurante que daba al mar para almorzar y la experiencia fue muy agradable.



A tan solo 10 minutos en coche de Marsaxlokk teníamos nuestra siguiente parada St. Peter’s Pool (Piscinas de San Pedro). Dejamos el coche y nos desplazamos andando por un camino entre asfaltado y de piedra.



El Mediterráneo ha formado una bahía en la que, poco a poco, el mar ha ido ganando terreno a la roca formando una especie de piscina de lo más natural. Se trata además de un escenario de gran belleza. Es como si en este punto del litoral faltara un pedazo inmenso de acantilado que da lugar a un espectacular entrante de roca caliza rodeado de matorral bajo. Un paraíso totalmente virgen, donde sólo se ha instalado una pequeña escalera para ayudar a los bañistas a regresar a tierra firma después de darse un chapuzón.



Nuestra siguiente parada estaba en Mosta para visitar la Rotonda, para ello nos dirigimos hasta el centro de la isla a unos 22 kms, llegamos atardeciendo por lo que pudimos disfrutar del atardecer y anochecer de este gran monumento.


Sin duda, su mayor atractivo turístico es la Rotonda de Mosta, posee la mayor cúpula de Malta y es la tercera más grande de Europa. Fue construida en el siglo XIX y está inspirada en el Panteón de Roma. En las paredes de la Rotonda, podrás encontrar brillantes y luminosas pinturas de suelo a techo. También destaca el púlpito, construido de madera y de pié, que llama la atención por no estar sujeto al suelo como es habitual en otras iglesias.


Una de las principales atracciones de esta edificación, es la llamada ‘bomba milagro’. En 1942, durante un ataque aéreo en la Segunda Guerra Mundial, una bomba de 200 kg calló sobre la cúpula pero nunca llegó a explotar. En ese momento, 300 personas se encontraban dentro de la Rotonda buscando refugio. Actualmente una réplica, pues la original no existe, se exhibe en la parte posterior de la Iglesia, en la Sacristía.


Como otros datos curiosos, en frente de la Iglesia te encontrarás con un cañón que según creencias maltesas vela por su seguridad. Además, podrás fijarte que en la fachada de la Rotonda se encuentran dos relojes con diferentes horas, según cuenta la leyenda uno de ellos posee la hora correcta y el otro la hora equivocada para confundir al mismo diablo.

Después de tomar café, nos dirigimos a la capital la Valeta a tan solo 12 kms de Mosta por lo que pudimos contemplarla de noche; tuvimos mucha suerte ya que era las fiestas patronales y estaba toda la ciudad engalanada.



La Valeta es la capital de Malta, sin embargo es una localidad relativamente pequeña ya que sólo viven en ella unas siete mil personas.
El nombre de la capital maltesa se puso en honor de Pean Parísot de la Valletta, Gran Maestro de la Orden de los Caballeros de San Juan, que fue el que hizo reconstruir la ciudad una vez consiguieron expulsar a los turcos a mediados del siglo XVI. Puede que hayas visto el nombre escrito de diferentes maneras, en español muchas veces se conoce como La Valeta.
Como todo estaba cerrado nos dimos una vuelta por el centro, pasamos junto a la Concatedral de San Juan. Esta catedral fue diseñada en 1578 por Gerolamo Cassar y antiguamente era la iglesia de los caballeros de la orden de San Juan, ofrece una arquitectura exquisita del período barroco.


Nuestro paseo nos llevó por las principales calles de la ciudad y pudimos contemplar una gran cantidad de templos. Los malteses engalanan el exterior de sus iglesias con luces de colores, exhiben objetos de plata y de oro y sacan la estatua de su patrón en procesión. 



El ambiente se completa con la decoración de las casas de los vecinos (guirnaldas, pancartas y banderas), la actuación de la banda o las bandas de música, a veces rivales de la misma ciudad (costumbre de origen británico), y una magnífica demostración de fuegos artificiales.



LUNES 10 ISLA DE GOZO
 

Hoy nos dirigimos a la Isla de Gozo, por lo que tuvimos que desplazarnos desde el hotel hasta la terminal de Cirkewwa al norte de la isla a unos 16 kms. No tendrás que pagar nada de camino a la isla de Gozo, sólo pagarás a la vuelta (20€ por un vehículo y dos personas). El viaje dura unos 20 minutos y hay ferries todo el día.



Una vez en Gozo visitamos Victoria, la ciudad más grande de la isla. Aparcamos y nos dirigimos a la Citadela, situada en la cima de una colina. Construida en un enclave con un gran valor estratégico, desde ella se puede contemplar la totalidad del horizonte de Gozo, ofreciendo unas fantásticas vistas sobre el territorio gozitano.


Las obras de esta fortificación dieron comienzo en la Edad de Bronce, si bien ha sido objeto de continuas renovaciones, como la reconstrucción llevada a cabo por los Caballeros de San Juan entre 1599 y 1603. En los últimos años se han llevado a cabo diversos trabajos sobre la estructura y hoy en día la Ciudadela no sólo luce un nuevo lustre, sino también un centro de visitantes, que ha sido recientemente inaugurado. 




Por la tarde, nos dirigimos al noroeste de Gozo, en Dwejra. Por ser el lugar donde se ubicaba la famosa Ventana de los Azules (que se derrumbó).



Incluso si la Ventana Azul ya no existe, hay muchas otras cosas que ver allí, como el Mar Interior, el Agujero Azul Profundo y la Roca de los Hongos.


Dwejra es también un lugar famoso entre los amantes de Juego de Trono: algunas escenas de la serie de televisión fueron rodadas allí.
 



A pocos kilómetros de Dwejra encontramos el Santuario Nacional de la Virgen de Ta 'Pinu es una iglesia parroquial católica y basílica menor situada a unos 700 metros (2.300 pies) de la aldea de Gharb en la isla de Gozo.​ La iglesia está dedicada a la Virgen de Ta' Pinu. La basílica se encuentra en un campo abierto que permite a los visitantes disfrutar de hermosas vistas de la zona. 


En 1883, una mujer de Gharb, Karmni Grima, oyó la voz de Nuestra Señora en la pequeña capilla que ocupaba ese lugar. Rápidamente se convirtió en un centro de peregrinación, y los visitantes inundaron la pequeña iglesia.


El monumental altar dedicado a Nuestra Señora de Ta’ Pino fue construido entre 1920 y 1931. Es una obra maestra arquitectónica, especialmente sus soberbias estatuas y el trabajo en la piedra maltesa. El santuario fue construido enfrente de la capilla original. La capilla permanece intacta detrás del altar, y todavía tiene el cuadro de la Asunción de Nuestra Señora a los Cielos, de donde Karmni Grima afirmó que provenía la voz.



El Papa Juan Pablo II celebró una misa en el santuario durante su visita a la isla de Gozo, el 26 de mayo de 1990.​ El 18 de abril de 2010, al visitar Malta, el Papa Benedicto XVI donó y colocó una rosa de oro frente a la imagen devocional de Nuestra Señora de Ta 'Pinu que fue traída desde Gozo a Malta para esta ocasión especial.



Las salinas de Qbajjar fue el último sitio que visitamos en nuestra visita a la isla de Gozo en coche. Situadas cerca de la localidad de Malsalforn, al noroeste de la isla, estas salinas con más de 300 años de antigüedad (algunos dicen que son de la era de los romanos), aún se siguen explotando de la misma forma que antaño.



Generación tras generación, los herederos de estas calizas han obtenido sal por el método más antiguo, dejar que el agua salada se evapore y se concentre la sal. Para ello, se construyeron celdas, que no son más que eso, celdas con paredes de unos 20cm en las que entra el agua salada del mar. Esta agua, al evaporarse, deja atrás la sal o salmuera que cuidadosamente recogen, guardan en cuevas cercanas y refinan quienes trabajan las salinas de Qbajjar hoy en día.


Desde allí nos dirigimos a la terminal pero tuvimos que esperar un par de horas para poder acceder al ferry, ya que había mucha gente de Malta que se habían desplazado hasta esta pequeña isla por la festividad.

 MARTES 11 LA VALETA


Hoy dedicamos todo el día a la capital, la Valeta, y ahora teníamos la oportunidad de verla de día. Cogimos el coche y aparcamos en el centro en el parking MCP, desde allí nos movimos por el centro por la calle de la República y de los comerciantes son los mejores lugares para encontrar tiendas de recuerdos con imanes, postales, camisetas de «I love Malta» y la emblemática estatuilla de un caballero de la Orden de Malta. 


Mientras caminas por la calle, también encontrarás un montón de joyeros: Los artesanos malteses son famosos por su filigrana de oro y plata. Algunas de las obras son particularmente impresionantes.
Paseando por el centro pasamos por la Concatedral de San Juan a la que pudimos fotografiar de día.


Fuimos bordeando la capital y llegamos a los Jardines del Lower Barrakka, cerca del Fuerte de San Telmo.


Más pequeño que su hermano mayor, vale especialmente la pena echar un vistazo a dos cosas:
El pequeño templo neoclásico, dedicado a Alexander Ball, el caballero que dirigió a los malteses en la guerra contra los franceses.


El Memorial de la Guerra de la Campana de Asedio, a menudo llamado simplemente «La Campana» es un monumento muy fotogénico, con el mar y las Tres Ciudades al fondo.


Las vistas que se tiene sobre las tres ciudades de enfrente son inmejorable.


Era la hora de comer y uno de los mejores lugares era el zoco o mercado de La Valeta, también conocido como «Mercado cubierto», es un mercado de abastos del siglo XIX. Es notable por ser el primer edificio en Malta construido principalmente de hierro, aquí encuentras una variedad grande de restaurantes y la comida te la exponen a la vista por lo que pudimos almorzar muy bien.
En nuestro recorrido hasta el zoco nos topamos con algunas de las calles que visitamos de noche, estando acumulada las figuras que estaban recogiendo para el año próximo.


Después de comer nos dirigimos al Upper Barrakka Gardens (Jardines superiores de Barrakka), un jardín situado en el centro de La Valeta para asistir a una de las mayores atracciones de la capital.
Con vistas al Gran Puerto, el Upper Barrakka Gardens, con sus numerosos arcos, bancos y macizos de flores, ofrece una vista impresionante de las Tres Ciudades.
Es un lugar muy agradable para descansar un poco durante el día.
Debajo de los jardines se encuentra la Batería de Saludos. Una vez utilizados para recibir a los barcos extranjeros, los cañones han sido restaurados para traer un poco de folclore a tu visita a la ciudad. Todos los días a las 12:00, una salva es disparada por gente con trajes históricos.


Desde aquí hay unas vistas impresionantes de las tres ciudades. Podemos apreciar el Fuerte de San Angelo en Vittoriosa.



La ciudad de Copiscua.


La ciudad de Senglea.



Desde el Upper Barraka Gardens, podemos visitar las Tres Ciudades.
Para ir allí, tomamos el ascensor desde el jardín (bajar es gratis, volver a subir también es gratis si muestras tu billete de barco de las Tres Ciudades), cruza la calle y sigue por la izquierda. Llegarás al lugar de salida del barco.
Un viaje de ida y vuelta a las tres ciudades cuesta 2,80€ y tarda unos 10 minutos de ida y vuelta con el ferry. El ferry te llevará a Vittoriosa (también llamada Birgu en maltés), una de las tres ciudades, junto con Senglea y Cospicua. Todas ellas ofrecen magníficas vistas sobre La Valeta y se pueden visitar fácilmente a pie. Nosotros cogimos el barco  por la tarde y estuvimos paseando por Vittoriosa, por sus calles, descubriendo esta encantadora ciudad.
Regresamos de noche por lo que teníamos unas vistas impresionantes.



 
Al día siguiente teníamos nuestro vuelo de vuelta y nos quedó muy buen sabor de boca de esta pequeña isla del Mediterráneo: Malta.